De vuelta en la casa del centro, y de vuelta a mi querida Internet, el ambiente y mis comidas regresaron a la normalidad, además mi padre hacía acto de presencia de vez en cuando y eso apaciguaba las cosas entre su señora esposa y su hijo.

La búsqueda de trabajo ya no estaba tan latente en mi plan de vida a corto plazo, y una amiga me convenció de sacar ficha para el examen de admisión del Instituto Tecnológico de Veracruz.

Mi madre inconscientemente me fue acostumbrando a estar solo en casa, pues repentinamente tenía algunas idas a Córdoba, y mi compañía no era requerida, solicitada, ni mucho menos ofrecida.

En una ocasión, la señora volvió con una apantallante noticia: se había involucrado en la venta de la casa que habitábamos en Córdoba, y eso le trajo cierta comisión. Fruto de esa jugada, se compró una nueva casa en una zona tal vez retirada, pero linda a su manera, del puerto de Veracruz.

(3) Esa casa, nuestra primera casa propia en muchos años, a pesar de su lejanía, llegaría a cumplir fielmente con la vieja tradición de mis domicilios anteriores (hablando de Córdoba) de ser punto de reunión de frikis, aunque en un inicio yo pensaba todo lo contrario. Yo en realidad estaba bastante acostumbrado ya a la casa del centro, pero el solo saber que la nueva nos pertenecía me hacía amarla.

  • Tendría que tomar dos camiones para la universidad, pero bueno.
  • Tendría mucho más lejos la tienda de TCG’s donde había empezado a ir para jugar Magic: the gathering, pero bueno.
  • Tendría que saludar a mi tía prácticamente todos los días pues ella vivía en la misma calle.

…pero todo es color de rosa cuando sabes que esa casa es tuya.

Al ya no tener asuntos pendientes en Córdoba, mi padre decidió mudarse definitivamente con nosotros, y aunado al hecho de que mi entrada a la universidad no me iba a dejar mucho tiempo de convivencia, las peleas con mi madre cesaron casi por completo.

Y por si fuera poco, el tiempo fue develando que la razón real de los drásticos cambios de humor de la señora era el caluroso clima de Veracruz, la tenía harta, no la dejaba dormir, y durante un tiempo (léase Casa 1) a mí no me dejaba vivir. Eso la llevó a tomar la decisión de andar viajando, otra vez, entre las dos ciudades.

Mientras tanto, mi horrible horario de clases me había orillado a buscar refugio en la casa de uno de mis amigos, así que varios de mi generación empezamos a frecuentar la casa de Toño, que quedaba a un lado de la facultad. No nos duró mucho el gusto, pues sus compañeros de casa no estaban muy felices con nuestras continuas visitas, y acabaron corriéndonos. No es muy fácil entender lo que pasa por la mente de Toño, pero supongo que no le agradó que nos echaran.

Eso provocó que en vacaciones nos surgiera la idea de rentar una casa entre todos (Toño que ya les había dicho «adiós y gracias» a sus roomies, yo y otros 6). La poca coordinación de nosotros los estudiantes de ingeniería salió a relucir cuando intentábamos ponernos de acuerdo para ir en busca de una casa. Pero milagrosamente encontramos una, unos cuantos pasos más lejos de la escuela que la anterior casa de Toño. Eran $2,500 de renta mensual, pero sería pan comido entre tanta gente.

Ahora faltaba hablarlo con mis padres, e iba preparando fabulosos argumentos para ello, pero tan solo al mencionarles la osada oración de «unos amigos y yo queremos rentar una casa a un costado del tec», escuché un inesperado y abrupto «sí», como si hubieran estado esperando a que su cría se asomara fuera del nido para empujarle y obligarla al vuelo. Sus razones, sin embargo, incluían cuestiones más serias como su intención de vender la casa y comprar una en Córdoba.

(Ah~ si llevara la cuenta de edificios a los que he tenido que llamar «casa» a lo largo de mi vida…)

Así que ya todo estaba dicho, yo me iría a vivir a este nuevo lugar con cierto apoyo económico de mis padres, y ellos se irían de regreso a Córdoba, dejando atrás un rojo letrero de «SE VENDE».

Continuará…

7 thoughts on “Contrato por 6 meses (Parte II)

  1. Lol Man… si yo te contara en cuantas casas o «edificios» (como les llamas tu), yo anduve antes de conseguir casa propia -.-, supongo que comparto tu sentimiento respecto a ese tema xD! Ni p2 así son los padres, que le vamos a hacer…

  2. Me siento en una novela mullida que me haria desear arrancarte los dedos y no dejarte escribir la 3º y talvez el desenlace de esta vivencia, justo lo que necesitaba para la noche del presente dia, ahhh es como inyectarse heroina durante el sindrome de abstenencia.

  3. xD te envidio esa forma de contar tu vida tan amenamente.

    🙁 a mi sólo me queda el ensayo, no sirvo para literatura del yo.

    saludos man.

  4. Me gusto tu blog =)
    ya me lo lei todo jaja
    supongo que yo soy la chica a la que no le hiciste caso cuando me gustabas 😛
    cuidate man!!
    que estes bien

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